O velho Borges, num belíssimo artigo em que discute o “estilo” – na verdade, discute o excesso de valorização do estilo – sai-se com esta: “La página de perfección, la página de la que ninguna palabra puede ser alterada sin daño, es la más precaria de todas… Inversamente, la página que tiene vocación de inmortalidad puede atravessar el fuego de las erratas, de las versiones aproximativas, de las distraídas lecturas, de las incomprensiones, sin dejar el alma em la prueba”.
E aí? Bela discussão, hein!